El 19 de mayo de 1960 la Oficina Francesa de Patentes
concedía la patente 63471 para un nuevo color: el azul ultramarino al artista
conceptual Yves Klein (1928-1962),
Este artista, era denominado en 2010 como el último artista
francés con repercusión internacional y es considerado como una importante
influencia en la historia actual del arte occidental.
Caracterizado por dar a sus creaciones toques
espectaculares y radicales, el artista estaba obsesionado con el vacío y dedicó
los últimos años de su vida al desarrollo y utilización de ese nuevo color que,
por considerarlo totalmente distinto de todos los demás, incorporó a sus obras;
de hecho sus últimas exposiciones consistían en un conjunto de obras
monocromáticas en las que sólo se utilizaba ese color.
Pero, ¿es un color lo que se estaba protegiendo?
Conocido como International Klein Blue o IKB, lo que el
artista había inventado realmente, y así figura en la patente concedida, es el
procedimiento por medio del cual se obtiene el producto con esas determinadas
características.
Suspendiendo el pigmento puro en resina sintética y
solventes compatibles como el éter de petróleo se conseguía que las partículas
individuales del pigmento no quedaran mate sino que conservaran su brillo e
intensidad.
Este nuevo sistema era lo suficientemente versátil para ser
aplicado por cualquier tipo de medio y aplicado a cualquier superficie.
El material era de secado rápido dando la impresión de
tener un acabado frágil pero duradero que, al igual que el terciopelo
proporcionaba una superficie similar a la felpa, que absorbía la luz y parecía
disolverse en un oscuro y profundo líquido brillante.
Este procedimiento no era exclusivo del color azul; sin
embargo, no se conseguía el mismo resultado con otros pigmentos, además de que
el artista lo consideraba como especial por ser el color del cielo y del mar
cuyos límites se difuminaban en el horizonte, y por representar los aspectos
más visibles y tangibles de la naturaleza.
NOTA ACLARATORIA:
Gracias a Francisco Moreno, que se ha dado cuenta del error.
El color a que se hace referencia en esta entrada nunca fue
patentado sino que lo que lo que el autor hizo fue solicitar un "enveloppe
Soleau" instrumento de la oficina francesa equivalente al I-DEPOT de la
oficina del Benelux del que ya se habló en este blog, en la entrada "¿Qué
hay de las ideas?" del 8 de abril. Lo que sí hizo Klein fue patentar un "Proceso para la decoración o la integración arquitectónica y productosobtenidos mediante la aplicación de dicho método.
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