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lunes, 13 de septiembre de 2021

Una habitación propia

Este es el título del libro de Virginia Woolf en el que, a modo de ensayo, se recogen una serie de conferencias de principios del siglo pasado en el que se trata de explicar la figura femenina dentro de un mundo tradicionalmente dominado por hombres.

El título se refiere a que todo escritor necesita de su propio lugar para desarrollar su obra. Las mujeres, por lo general ligadas a llevar a cabo las tareas del hogar no disponían de ese espacio, de ahí que el número de escritoras sea muy reducido respecto al de escritores; por otra parte, las obras escritas por mujeres no solían ser atractivas para el público puesto que reflejaban en ellas la ira y frustración de su autora.

Esta obra sirve de explicación a por qué hay más hombres que mujeres en el ámbito artístico y, siendo realistas, en todos los ámbitos.

En la literatura (quizá el campo más claro y más destacado, que no el único) existen infinidad de ejemplos de escritoras que debían dejar que fuera un hombre el que firmara sus obras puesto que esa era la única forma de que ésta llegara a ser publicada: Emily Brontë firmaba sus obras bajo el seudónimo masculino Ellis Bell y Cecilia Bohl de Faber lo hacía como Fernán Caballero, entre otras muchas.

Ver: www.planetadelibros.com/blog/actualidad/15/dias-internacionales/13/articulo/10-escritoras-que-firmaron-sus-libros-con-seudonimos-masculinos/80

En este blog: http://todolosderechosreservados.blogspot.com/2015/10/el-dia-de-ada-lovelace.html


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