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lunes, 10 de mayo de 2021

Normalidad: vieja, nueva o ¿ninguna de las dos?

 Desde hace ahora más de un año (y esperemos que se quede aquí), se han repetido hasta la saciedad las palabras pandemia, virus, contagio y demás.

Y con exactamente la misma frecuencia se ha escuchado la palabra normalidad, pues nadie veía (ni ve todavía a día de hoy) el final de la situación que estamos viviendo en la a día de hoy.

Pero aquí el matiz es necesario.

¿Qué queremos?

¿Salir de ésta y volver a estar como estábamos antes, con todo lo que ello conlleva (el estrés del trabajo que se desempeñaba: un trabao precario de muchas horas a cambio de un salario muy bajo; la ansiedad de la vida tal y como la estábamos viviendo hasta la fecha...) o crear una vida nueva basada en cuidar lo que tenemos y destinada a evitar que se vuelva a producir esto mismo?


Apuesto lo que sea a que todas las personas que lean esto piensan en la segunda opción como la más sensata...

Pero lo cierto es que China, la economía más pujante que existe actualmente, paró su producción cuando ésta se vió afectada por la pandemia, retomándola, a su vez, en cuanto pudo. Del mismo modo, la parada que se produjo en este país afectó al mundo entero debido a que la producción de elementos esenciales para sectores clave como puede ser la fabricación de coches, estaba subcontratada a fábricas de este país, y esto no tiene pinta de que vaya a cambiar debido al bajo coste que supone.

Por otra parte, últimamente estamos viendo algo totalmente insólito como es la liberalización de las patentes que, en definitiva, no es más que renunciar a los derechos que se generarían con la creación de algo nuevo, algo que puede servir para solucionar un problema técnico que tienen las personas.

Como se planteaba en entradas anteriores, un cambio en las reglas del juego que tenemos ahora, ¿significa romper con todo lo que ya conocemos?

No.

Y sí.


El canal de youtube “cuellilargo” reflexiona sobre este asunto yendo un poco más allá al preguntarse qué ocurrirá con lo trabajos que típicamente han desarrollado los seres humanos si a ellos se les añade la innovación en forma de robots que pasen a desarrollarlos: en menos tiempo y a menor precio (por no decir a precio cero; sobre todo en lo referido a conocimiento).

¿Significa esto que debemos apartarnos?

¿Debemos apartarnos como raza y dar paso a los robots que serán quienes acaben con la raza humana? (no, ¿no?)


No. Hace falta hacerlo, como se dice en mi tierra, con sent4idiño.

La innovación, como tal no se puede frenar, pero lo que no se puede es hacer que ésta sirva para que se enriquezcan sólo unos pocos: este innovación, al igual que las que ya hemos vivido en el pasado (el uso de robots en cadenas de montaje de automóviles), debe servir para que nos beneficiemos como sociedad en su conjunto; o como se dice ahora; o salimos todos o no sale nadie.


El vídeo mencionado: https://fb.watch/5nKzs8CiCy/

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